En estos tiempos donde todo parece tan amargo, es común que la gente busque endulzar su vida. De ahí nace el deseo sublime de cada ser humano por aquella que, escondida bajo una máscara de doncella blanca, ha sido la causante principal de diabetes y obesidad en el mundo. Nos referimos a la muy conocida y demandada “AZÚCAR”.
La Organización Mundial de la Salud estima que más de 2,6 millones de personas mueren de diabetes anualmente en el mundo. Debido a esto y a que ya es sabido que la sacarosa (molécula dulce del azúcar de caña), aumenta los niveles de insulina en la sangre de golpe causando el agotamiento del órgano páncreas, produciendo la muy conocida ya Diabetes Mellitus.
Ante esta alarma, se han sintetizado químicamente sucedáneos dulces del azúcar con el fin de reemplazarla y quitarla definitivamente de la dieta, tales como la muy conocida “Sacarina”, cuyo nombre en específico es Aspartamo y que se ha comprobado que es sumamente tóxico y nocivo para la salud, llegando a producir, en altas dosis, Esclerosis Múltiple y otras deficiencias metabólicas generalizadas, y la “Sucralosa”, de la cual aún no existen estudios científicos que avalen que no produce daños al organismo humano.
¿Será que buscamos poner parches químicos a toda enfermedad que aparece y no nos damos cuenta que la verdadera salud nace de conectarse con las profundidades de la sabiduría de la naturaleza?
Como resultado a esta pregunta encontramos en la tierra otros grandes edulcorantes naturales que no dañan nuestra salud sino que, al contrario, aumentan nuestro vigor y ganas de vivir.
Entre ellas ha salido a relucir a la luz pública la Stevia, planta nativa de zonas tropicales y subtropicales de Centro y Sudamérica y México, que posee un poder edulcorante de un 30 a 45 veces mayor que la sacarosa. Su nombre científico es Stevia Rebaudiana y además de su poder de endulzar, se ha demostrado que posee diversas propiedades medicinales como muchas hierbas, tales como la regulación de diabetes y digestión, antioxidante, bactericida, entre otras. Suma que la OMS, el año 2006 en sus datos de investigación reconoció a esta hierba sin efectos adversos.
Ante esto muchas empresas han decidido comercializarla en base al extracto, en forma líquida o pastillas, mas vale decir que ellas vienen con excipientes y a veces unidas a sucralosa, talco e incluso aspartamo, así que no serían edulcorantes fiables para una buena salud.
Otro regalo de la madre naturaleza, que nos endulza la vida, son las frutas que nos entregan carbohidratos en forma de fructosa, cuya metabolización se realiza de manera muy amigable al páncreas, sin mencionar la fibra que ayuda a mejorar la digestión.
Debido a esto existe una corriente de frugívoros, quienes solo consumen fruta en su dieta, y crudiveganos que consumen solo cosas crudas. Quienes han demostrado, a través de su experiencia, que la diabetes se puede curar en base a una buena y saludable dieta.
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